La Agencia Canadiense acaba de notificar a sus profesionales sanitarios un cambio en el apartado de seguridad de la ficha técnica del metotrexato y los inhibidores de la bomba de protones (IBP), en el que se actualiza información sobre la potencial interacción cuando se combinan estos fármacos.
El uso de forma simultánea, podría aumentar la cantidad de metotrexato en la sangre, favoreciendo la aparición de efectos adversos. Los posibles riesgos incluyen: insuficiencia renal, bajo recuento de glóbulos rojos, inflamación del tracto digestivo, latidos cardíacos irregulares, dolor muscular, infecciones y diarrea.
Actualmente, en las fichas técnicas consultadas y disponibles en CIMA de presentaciones de metotrexato en España, se recoge que es posible la interacción entre este y los IBP. Concretamente se describe que metotrexato con omeprazol podría producir un retraso en la eliminación del metotrexato, y que con pantoprazol se ha declarado un caso en el que aparecieron mialgias y escalofrios.
El uso de IBP en pacientes hospitalizados aumenta el riesgo de infección por Clostridium difficile
Ya comentábamos hace unos meses (Boletín Hemos Léido abril 2011) que no todos los pacientes hospitalizados debían recibir un IBP, entre otros motivos porque algún estudio publicado ya apuntaba que su uso se había asociado con la aparición de infección nosocomial por Clostridium difficile.
Un estudio publicado en Pharmacoterapy (registro gratuito previo) confirma esta asociación, mostrando que los pacientes hospitalizados que llevan un IBP presentan más riesgo de infección por Clostridium difficile que los pacientes que no lo llevan.
El objetivo del estudio era determinar la incidencia de infección por este germen en pacientes hospitalizados, así como determinar qué características de los pacientes y tratamiento antimicrobiano y supresor de ácido constituían factores de riesgo para la aparición de infección por Clostridium difficile.
Se consideró infección por C. difficile la presencia en heces de
Debido a que el nº de pacientes que recibieron un anti-H2 fue muy pequeño no se pudo hallar correlación entre el uso de estos medicamentos y la aparición de ICD. Sin embargo, sí se comparó la incidencia de infección por C difficile en los pacientes que recibieron un IBP durante el periodo estudiado vs los no tratados con IBP. En el primer grupo, se detectó infección en 87 de 3.085 pacientes (2,8 %) frente a solo 28 pacientes de 7.925 del segundo grupo (0,4 %), ello con significación estadística (p<0,001).